- Realización de dos disfraces, uno para la fiesta del pueblo (brujita) y otro (esqueleto)para el colegio
- Típico debate familiar, sobre la anglosajonización de nuestra piel de toro
- Entrega de chucherías a un grupito de chavales, mientras mi familia gritaba: "¡Si no cantan no les des nada!"
- Sorpresa al llegar a casa y encontrar el tapón de la gasolina del otro coche abierto. Suponemos que fue un "truco"
Esto último es lo que me ha rematado, pero por lo menos no nos han tirado huevos, como a mi vecino hace un par de años. Creo que el año que viene volvemos al cementerio, que se de que va.
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