Quizás habían bebido demasiado, quizás fuese cierto que estaban enamorados, lo que si era seguro es que se encaminaban a la playa, a dar rienda suelta a su desmesurada pubertad.
Era la playa de Rota (Cadiz). La noche estaba clara, las estrellas y la luna se reflejaban en la cresta de cada ola.
El ruido ensordecedor del mar no les dejó oír lo que se les acercaba. En el último momento lo sintieron, un monstruo marino de dos metros y medio. Lo tenían a unos pasos cuando se percataron de su presencia, era oscuro, de aspecto humanoide y ... no les dio tiempo a ver mas, ya estaban corriendo rumbo al camping.
Así que era verdad, existían los monstruos marinos (pez Nicolao), eran enormes. Tenían que avisar a todo el mundo. Todos estaban en peligro.
Algunos decidieron organizar la cacería. Se acercaron con camionetas y escopetas, cuando los vieron eran varios, eran oscuros, eran enormes, eran subsharianos, estaban exaustos.
Les seguían dando miedo.
687 - La cascada de "entonces..."
Hace 1 semana
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