Perla era una de esas señoras cincuentonas, que se creen las reinas del mambo, y cuando las vas a ayudar se lo saben todo y no te dejan ni abrir la boca.
El día que quiso conectar a Internet su portátil conectando, en vez del RJ45, el cable del teléfono, fue muy gracioso. Cuando además, nos dijo que el baile de San Vito que hacía dentro del enchufe, ella, lo veía normal, se convirtió en un icono.
Pero cuando le instalamos Skype, ella le llamaba "esquipi", e hicimos una prueba para ver su pantalla en remoto, la carcajada general se oyó hasta en el despacho de la Ministra. Había soltado la webCam (ella la llamaba el R2D2) y estaba apuntado con ella a su propia pantalla.
Se veía pixelado y con la banda pasando tipo película de los 80's, no nos lo creíamos.
La brecha digital sigue existiendo, y a este lado somos la minoría, no lo podemos olvidar.
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