La puerta se cerró de golpe. Fue un portazo seco, no muy fuerte, pero seco, que dejó paralizado a todos los que estábamos allí. Nunca lo habíamos pensado, pero ocurrió. Todos los que teníamos acceso a aquel cuarto estábamos allí. Todos los que conocíamos la existencia de aquel cuarto estábamos allí.
Aquel cuarto, no sabíamos muy bien porque, no tenía cobertura por el móvil, no tenía conexión a internet. Solamente tenía acceso al servidor de la web del Ministerio. Nuestra única salvación era poner la información de donde estábamos en alguna página del portal.
Estuvimos pensando donde ponerla, para que se viese mucho, lo suficiente para que alguien del Ministerio lo viese. No podía parecer una broma. No podía parecer un error. Simplemente debía alertar a alguien con suficiente valentía para comenzar la aventura de buscarnos.
Decidimos poner la noticia de lo que hubiese pasado si no nos encontraban antes del hora H. Ya habíamos calculado que nos quedaban cuatro horas.
La noticia en portada decía:
"Cuatro personas y un informático fallecen en las instalaciones del ministerio"
"Fueron encontradas en el ...".
Una vez publicada la noticia nos quedamos tranquilos, vendrían a buscarnos. A las tres horas nos dimos cuenta de que el servidor cacheaba y que la noticia no se publicaría hasta el día siguiente...
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