A hora y media de El Casar.
Muy bonita la relación con el Tajo, los puentes, las cascadas, las playitas, los pescadores, los paseos.
Chulísima una terraza a la orilla del río, con los plátanos dando sombra y una cascada dando frescor y ese sonido característico del agua cayendo.
Nos dimos un bañito a las afueras en el río. Los dimingueros de antaño ahora son rumanos, polacos y bolivianos, con lo mismo bueno y lo mismo malo.
Las torres de refrigeración de la Central Nuclear le dan un puntito más de exostismo, acordándonos siempre de los Simpsom y de Ángel Luis (que ayudó a construirla).
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1 comentario:
La central nuclear tiene mucho encanto. Seguro que hay un Mr Burns cerca. Qué bello...
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