Empezaban a tener adeptos las fiestas de Halloween y de Carnaval en aquellos primeros años del milenio. Las hombreras ya no estaban de moda y pero en los disfraces ganaban presencia e importancia.
Aun así, a pesar de entrar en la modernidad, había muchas mentes en España que no reconocían estas festividades como suyas y preferían los santos y el miércoles de ceniza al disfraz y la fiesta. El cementerio y el ayuno antes que las calabazas y los antifaces. Las flores y el luto antes que el "truco o trato" y las chirigotas.
Seguimos igual, con las dos Españas.
687 - La cascada de "entonces..."
Hace 1 semana
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