Cutre donde los haya, poner un toro bravo en el "permiso de residencia y de trabajo" para extranjeros. Encima como todo el tramite se hace en papel, al final la huella dactilar que tiene por la parte de atrás es un borrón inservible. En el 2010 y seguimos así.
Creo que para solicitarlo debe ser algo parecido a esto:
Y llegó el responsable de la lumbre y observó que la llama estaba pobre. Y pensó en como conseguir más calor, para que las gentes no pasasen frio. Y recordó el utensilio, el atizador, y lo utilizó y la llama creció y el fuego calentó. Y allí donde hacía frio llegó el calor y con él tiempos de prosperidad. Y el responsablé se alegró, y pensó que aún tenía trabajo, y la gente le devolvió el favor, y le volvieron a elegir como responsable de la lumbre.
Lease: responsable de la lumbre: ZP la llama: Tomás Goméz atizador: Trini
Cuando veo a dos chavales de 20 años discutiendo de política, tengo sensaciones encontradas. Por un lado me gusta ver que la juventud se sigue interesando por los problemas de la gente, de la actualidad política y económica. Me gusta verificar que, al contrario de lo que opinan muchos, no todo está perdido; que los que critican a la "juventud de hoy en día", sólo la critican porque se han hecho mayores y han perdido la perspectiva. Por otro lado, lo ven desde el punto de vista teórico, ya que ninguno de los dos debía haber trabajado nunca, y hablaban de Marx, de los obreros en general, de la burguercización del proletariado, de que el obrero no está dispuesto a luchar, todo muy manido. Ya tendrán tiempo de generar sus propias ideas.
Como se puede suponer es algo que me he inventado y que tiene relación con la sucesión Fibonacci. Esta es famosa por su límite, el número áureo, por la espiral que forma, por su relación con el caos, etc. Es una sucesión que aparece en la naturaleza en múltiples ocasiones. Se basa en ir sumado el elemento anterior de la serie al actual para conseguir el siguiente, es decir: f(n+2) = f(n) + f(n+1) Pero para esto hay que definir los dos primeros, que en la de Ficbonacci son 0 y 1.
Ayer en el metro, en el vagón, un par de músicos cantaron esta canción (Un Velero Llamado Libertad de José Luis Perales)
Me emocionó, no tenía suelto y por un momento pensé en echarles el billetito (mi tesoro) de 10 €. Debió emocionar a mucha más gente porque sacaron para un buen almuerzo. Cuando bajaba las escaleras para hacer el trasbordo, escuché esta otra (Canon de Pachelbel), que me recordó a "Volver a empezar" de Garci:
Les dedico mi pequeño tributo a está gente que nos hace disfrutar de la música en directo. Y aunque haya mafias de por medio seguro que nuestras pesetitas les ayudan a seguir malviviendo.